La corona de olivo se entregaba en la Antigua Grecia a los ganadores de las competiciones, no se les entregaba medallas. El atleta que triunfaba, se convertía en un héroe para su ciudad. Ése era su mejor trofeo.
En la actualidad, al ganador se le entrega una medalla de oro, al segundo una medalla de plata y al tercero una medalla de bronce. A los deportistas que quedan entre la cuarta y décima posición se les entrega un diploma olímpico.